Tejido y Meditación
Cuando tejemos, centramos
la atención en la tarea que estamos desarrollando, pensamos cómo resolver
los pequeños desafíos que nos va presentando la resolución de cada trabajo que
emprendemos, sea una prenda, un juguete, un objeto decorativo o utilitario.
Esta resolución de tejido implica apelar a la creatividad, al aprendizaje de técnicas ya conocidas por otras persona, y que
sumamos a nuestro conocimiento, y
también generar nuevas aplicaciones y resoluciones.
El contacto con el material elegido se hace placentero y nos
brinda posibilidades de expresión diferente y variada. Pero también, al avanzar
en la obra que estemos desarrollando, nos remite a experiencias vividas, a
recuerdos, a sensaciones, a imágenes …
Lo mismo sucede con los colores; ya sea que combinamos
colores o utilizamos solo uno, elegido; ya sea pensado, seleccionado por
asociación y por placer varios colores. Si la obra es para nosotros, nos centramos en realizarlo como nos
agrada, nos da placer, memoramos gamas y colores que nos atrajeron en algún
momento; si es para otra persona, pensamos en qué le gustaría o quedaría bien.
Con el avance del tejido, la tarea se vuelve repetitiva:
hacemos una y otra vez la misma sucesión de movimientos y combinaciones, punto
tras punto, avanzando con cierta lentitud. Esto nos lleva a tomar la tarea con calma, con paciencia para ver crecer de a poco la trama y concentración para no equivocar el próximo punto.
Creatividad, aprendizaje, conocimiento, centrado, calma,
paciencia, concentración … no son acaso beneficios de la meditación?
El tejido, como otro tipo de manualidades, es una modalidad de meditación en acción.
Se puede leer algo más al respecto en este enlace:
Esta, la del tejido al
crochet, es una modalidad. Entre
otras tantas … Pero es una que me gusta particularmente.

Comentarios
Publicar un comentario