TEJIDO: Amigurumis

Una aplicación del tejido crochet, muy difundida en los últimos tiempos, es la de la ejecución de amigurumis, o representación de muñequitos u objetos en 3D, volumétricos.
De origen japonés, se ha difundido esta técnica que permite realizar todo tipo de personajes e incluso objetos de uso cotidiano.
La técnica se basa en el uso generalizado de un solo punto, el punto medio, o bajo, que es el que permite  realizar los aumentos y reducciones que dan la forma final. Se va tejiendo en espiral y una de las formas básicas es la esfera. A partir de allí, las adaptaciones permiten generar todo tipo de modelos.
En algunos casos de admite la utilización de otros puntos básicos, si el modelo elegido así lo requiere.
El tamaño de la pieza final resultará de factores tales como:

  • el grosor de la hebra
  • el tipo de aguja
  • las características de la pieza.


Muñequita de 7 cm tejida en hilo macramé.
Uso de otros puntos para realización del vestido.

Una de las atracciones de este tipo de tejido, al menos a mi gusto, es la realización de piezas de pequeño tamaño, porque me resultan más simpáticas e incluso, demuestran una mayor habilidad manual para resolver las terminaciones y detalles que lo definen. 
De todos modos, es un aspecto de preferencia personal.
La técnica en sí, es la misma.




Ratoncito tejido con hilo de algodón sedificado.

Una vez realizadas las partes componentes de la pieza, se rellenan con vellón siliconado, que permite que sean mullidas y livianas luego de terminadas.

Si la pieza lo requiere, suelen agregarse abalorios, cintas u otros elementos que colaboran a la terminación por los detalles del amigurumi.


Muñequito de nieve de 5 cm de altura, tejido con hilo macramé,
lana mezcla, mostacillas y lentejuelas.

Intentar armar uno es un buen desafío a la observación, al análisis formal, a la destreza manual, y al desarrollo del espíritu lúdico que todos tenemos !



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